Soy Paola Pereira, psíquica, vidente, médium, terapeuta y sanadora espiritual. Chilena, nacida en el mes de diciembre de la década del ´70, cerca de una caleta en Lirquén, al sur de Chile. Mi padre fue profesor y escultor; mi madre dueña de casa. Soy la cuarta de seis hermanos.

A los 5 años de edad sabía leer y escribir. A esa edad, tenía un amigo imaginario, un ángel de color dorado de 3 metros de altura, el cual me acompañaba y protegía. Comprendía con claridad que los animales, insectos y otros seres vivos eran necesarios para el ecosistema y la convivencia con el ser humano.

Desde pequeña tuve el don de ver y sentir lo que otros no podían ver ni sentir, entre ello podía ver personas fallecidas, las cuales observaba deambulando en sus propias casas.
Con el pasar de los años entendí que existen otras dimensiones y energías superiores, y también comprendí que aquellos seres necesitaban ayuda.

Desde los 15 años de edad, contaba con la facultad de conocer toda la historia y problemas que aquejaban a las personas, sin conocerlas, y con tan solo verlas. Por esta razón comencé a ayudar a personas que no comprendían el porqué de las cosas espirituales, la pérdida de seres queridos, el sufrimiento, el miedo, las decepciones, los maltratos a seres indefensos, falta de dinero y trabajo, etc.

Mi vida no estuvo ajena a los problemas, debido a que desde pequeña tuve que luchar en contra del miedo, energías negativas, injusticias, rechazos, decepciones, engaños y maltratos tanto físicos como psicológicos. No obstante, siempre salí fortalecida de mis problemas debido a que los afrenté con disposición, energía, fe y esperanza.

Desde hace 13 años que atiendo pacientes, primeramente en Santiago, luego en Punta Arenas y actualmente en la ciudad de Antofagasta, lugar donde vivo desde hace 5 años. En éstos años he atendido pacientes que presentan problemas de tipo psíquico, espiritual, laboral, económico, familiar, de pareja, etc. Incluso posesiones de espíritus (exorcismo), espíritus malignos que habitan hogares, contacto con personas fallecidas y he ayudado a encontrar gente desaparecida.

Mi trabajo consiste en contactar a las personas necesitadas, brindarles sanación a través de tratamiento en base a terapia con velas y elementos de la naturaleza, tales como piedras, cuarzos, yerbas, etc.